Cuando yo comencé mi búsqueda espiritual se abrió algo dentro de mí. Sentí como si me cayera un rayo cósmico encima. Comencé a ver las cosas de forma diferente, a ir a cursos y leer libros. Comenzó a desaparecer un vacío existencial que yo tenía desde muy pequeña. Sin embargo, gran parte de este conocimiento se me quedaba a nivel intelectual.
Diferentes personas hablaban sobre el inmenso amor que sentían por Dios y que ellos sentían de él, y yo me quedaba fría, pues yo no sentía nada. Lo sabía, pero no lo sentía. Se me dificultaba sentir ese gran amor por o de alguien que no veía, por algo o alguien que para mí era un abstracto.
Comencé a decirme, bueno Yve, comienza a buscar en lo que no es abstracto, y enseguida pensé en mis hijos y mis nietos, y en mi perrita. Yo no hacía nada más que pensar en ellos y me brotaba un amor tan grande que no tengo palabras para explicarlo.
Comencé a pensar, que si yo sentía ese amor tan grande por ellos, ¿cómo sería el que sentía Dios por mí? Pero no podía sentir su amor hacia mí. Solo podía analizarlo.
Un día fui a un entrenamiento y el facilitador nos dijo que las personas que han tenido un padre emocionalmente distante tenían dificultad para sentir el amor de Dios, pues a Dios se le veía como un padre, y nuestro padre físico era nuestra primera experiencia de ese amor. Y supe que esto es lo que me pasaba.
Mi padre fue un excelente ser humano y proveedor, adoraba a mi mama, pero en cuanto a los hijos fue un incapacitado emocional. Nunca supo demostrarnos amor cómo los hijos esperan de los padres. Así es que crecí con ese vacío emocional pensando que no me quería.
Según fui desarrollándome espiritualmente, un día aprendí a ver la forma en que mi papá me expresaba amor en la forma limitada que él sabía y no en la forma en que yo esperaba. Al eliminar mis ideas preconcebidas, fui sintiendo su gran amor por mí.
Cuando yo logré eso decidí aprender, como hice con mi papá, a ver el amor de Dios en todas las formas en que lo expresa.
Entonces, ¿cómo puedes sentir a Dios?
- Yo siento a Dios y me comunico con El a través del silencio. Para lograr esto es necesario aquietar la mente. En el silencio logras sentir que eres uno con Dios. Se eliminan las barreras que has impuesto con tu cuerpo físico, pues en una meditación bien profunda solo sientes tu verdadero ser.
- Yo siento a Dios a través del amor. Cuando puedes conectarte con ese amor a través de tus seres queridos, como hijos, nietos, nuestras mascotas, extraños, con todo y con todos, sientes la presencia de Dios.
- Siento a Dios cuando estoy en contacto con la naturaleza. Cuando yo veo una flor, un atardecer, un lago, un bosque, tanta belleza, tanta armonía y perfección esto inspira en mí los sentimientos más sublimes y me recuerdan a Dios.
- Yo siento a Dios a través del arte. A mí me encanta el impresionismo y cuando veo un cuadro de Monet, por ejemplo, me toca el alma y siento a Dios. Cuando escucho música, especialmente música que tiene una energía alta, mi espíritu se eleva y me siento bien cerca de Dios, en total comunión con El.
- La forma más fácil y rápida de sentir a Dios a través del prójimo es a través del servicio. Nada te hace sentir tanto amor como servir a otros, porque dar y recibir es lo mismo y en la medida que haces por otros haces por ti mismo.
- Pero es bien fácil dar amor al prójimo que te trata bien o a los que ves inocentes, como a los niños y ancianos. Pero, ¿cómo amas al prójimo cuando piensas que te está haciendo daño? Pues, yo siento a Dios cuando perdono.
- Sentimos a Dios al escoger paz no importa lo que esté ocurriendo afuera. Si eres como era yo, intenta estas cosas o busca las tuyas propias. Estoy segura que lograrás sentirlo.