Otra técnica muy poderosa que nos ayuda perdonar es La Dieta del perdón. Ésta nos lleva a perdonar nuestras relaciones primarias, para que en nuestras relaciones presentes o futuras no tengamos que seguir repitiendo las mismas cuestiones no resueltas.
- Toma varios papeles y divídelos en dos trazando una línea por el centro de arriba hacia abajo.
- En este ejercicio, vas a escribir, en la parte izquierda del papel, 70 veces por 7 días la siguiente afirmación:
- YO, (AQUI TU NOMBRE), PERDONO A (AQUI PONES EL NOMBRE QUE LLAMABAS A TU PAPA o tu figura paterna) INCONDICIONALMENTE.
Luego que terminas los 7 días, vas a hacer lo mismo con las siguientes personas:
- Madre o la figura materna,
- hermanos (cada uno individualmente)
- y cualquier otra persona que haya tenido una gran influencia en tu niñez. Eso puede incluir maestros, vecinos, familiares, siempre y cuando haya marcado en alguna forma tu vida.
Algunas veces, el resentimiento que tenemos con la persona a quien estamos perdonando es tal, que no podemos terminarlo ese día. Cuando es inconsciente, lo que notaremos es una gran resistencia a terminar el ejercicio. No importa, al otro día vuelves a intentarlo, hasta que completes los 7 días. Según terminas con una persona, comienza con la otra.
Esto me pasó cuando hice el ejercicio. Siempre pensé que a quien más tenía que perdonar era a mi papá y que como tenía una excelente relación con mi mamá lo de ella sería fácil. Que sorpresa me encontré. Con mi papá lo terminé en una semana. Con mi mamá, no podía terminar ni el primer día. Todos los días trataba y no podía seguir. Me deba una gran ansiedad. Por fin, al cabo de unos días salió el pensamiento que estaba tan inconsciente que ni sabía que estaba ahí.
Fíjate bien en los pensamientos que surgen según vas haciendo el ejercicio y escríbelos en el lado derecho de la página. Ese es tu inconsciente hablando. Préstale atención.
Al final del ejercicio convierte cada pensamiento negativo en uno positivo. Por ejemplo, si cuando estás haciendo el ejercicio de perdón con tu hermano el pensamiento que te surge es “porque voy a perdonarlo si él nunca tenía tiempo para mí” cambias a “mi hermano siempre tiene tiempo para mí.” De esa forma vas reprogramando tu mente.
Como indique en otro blog, las afirmaciones se hacen siempre en el presente, como que ya todo está dado.
Este es un ejercicio muy poderoso. Puedes hacerlo cuantas veces sea necesario. Recuerda que sanamos en la medida en que estamos preparados para hacerlo. Una vez puedas ir más profundamente surgirán situaciones que te indicarán que ha llegado el tiempo de trabajar con la próxima capa de la situación. El perdón, que es la clave de nuestra liberación, es un continuo.