Cuando se habla de sanación en estos principios no se refiere a la sanación del cuerpo sino de la mente. Por eso el segundo principio dice que Salud es paz interior y sanar es soltar el miedo.
Cuando nuestra meta es cambiar el cuerpo, nos olvidamos que nuestra única meta es la paz mental. Nunca vamos a conocer la verdadera paz mientras pensemos que somos vulnerables. Nuestro verdadero ser es eterno y no padece de nada.
Conozco a muchas personas que están sanas de cuerpo pero no tienen paz interior. Están libres de enfermedades pero infelices. Eso se debe a que están llenos de miedos, miedo a la escasez, miedo a la soledad, miedo al futuro. En fin, tienen su mente puesta en cosas que les quitan la paz.
Por otro lado, yo tenía un amigo que le dio cáncer en sus cuarenta años. Él escogió no hacerse ningún tratamiento invasivo. Muchas personas, ciegas a la realidad de nuestro ser, comenzaron a enjuiciarlo y a opinar lo que tenía que hacer pues entendían que él tenía que hacerse quimioterapia o radioterapia, cirugía etc. para sanar su cuerpo.
El resto de la gente estaba histérica, pero él estaba en paz. Él sabía que no era ese cuerpo y escogió dejarlo estando en paz. Su cuerpo nunca sanó y murió, pero tenía salud porque estaba en paz mental. No le tenía miedo a la muerte. Esa es la verdadera salud.
Un Curso en Milagros nos dice: Deseo la paz de Dios. La paz de Dios es lo que quiero. La paz de Dios es mi única meta, la mira de todo mi vivir aquí, el fin que persigo, mi propósito, mi vida y mi función, mientras habite en un lugar que no es mi hogar. No soy un cuerpo. Aún soy como Dios me creó. (LE-p1.205.rVI.1:6)
Somos amor puro. El cuerpo es únicamente un vehículo que tenemos para poder experimentar y aprender de una vida en el mundo físico de la materia. Cuando lo dejamos porque ya no nos sirve, nuestra esencia o amor puro, sigue existiendo en otra dimensión y sigue su evolución y aprendizaje a otros niveles. Somos eternos. De nosotros depende, según decidamos si poner nuestra atención en el amor o en el miedo, si vamos a estar en paz o si vamos a sufrir en nuestro viaje por la Tierra. ¿Qué vas a escoger?