El Curso menciona dos tipos de relaciones, las relaciones especiales y las relaciones santas. En el próximo blog explicaré las relaciones santas.
Para el Curso, todas las relaciones que envuelven el ego son relaciones especiales. Hay dos tipos de relaciones especiales, las relaciones especiales de odio y las relaciones especiales de amor.
En las relaciones especiales de odio buscamos a alguien o algo que odiar. De esta manera, no tenemos que mirar el odio que tenemos hacia nosotros mismos. Un ejemplo de estas relaciones se ve en la política. Los de un bando odian a Trump y los del otro lado odian a Biden. Este tipo de relación especial es más fácil de identificar, aunque no tan fácil entender qué parte nuestra odiamos y estamos proyectando afuera.
La relación especial de amor es más engañosa. Es más difícil de reconocer porque parece ser algo que no es. Igual que la relación especial de odio, en la relación especial de amor estamos tratando de esconder el odio hacia nosotros mismos. La diferencia es que en la de amor se hace en una forma más sutil.
Como expliqué en el blog anterior, todos pesamos, en mayor o menor grado, que algo nos falta. Ese principio de escasez está debajo de las relaciones especiales. Sentimos que algo nos falta. Inmediatamente, la mente del ego dice, yo sé cómo puedes resolver esto. Busca fuera de ti a alguien que llene tu hueco.
Cuando encuentras a alguien que tiene las cualidades que llenan tus necesidades te agarras de esa persona especial. Te enamoras y todo esta maravilloso mientras esa persona te de lo que necesitas. Y si tienes cualidades que llenan sus necesidades se enamora de ti. Desde el punto de vista del ego es como un matrimonio hecho en el cielo.
Lo que el ego llama amor en realidad es dependencia. Yo dependo de ti para que llenes mis necesidades y voy a asegurarme que tú dependas de mí para llenar las tuyas. Mientras eso se de todo está maravilloso.
Cuando esa persona comienza a tener otros intereses, o crea nuevas amistades en el trabajo, o de alguna forma ya no está actuando como tú deseas y ya no encaja en tus expectativas, comienzan los problemas.
De todas maneras quieres que vuelva a ser como antes. Para lograrlo puedes utilizar diferentes medidas, por lo general sin expresar cómo te sientes directamente. Tal vez actúas fríamente, manipulas diciendo algo cómo “ya no eres igual que antes. Ya no me quieres”, o algo similar.
Si logras que tu pareja se sienta suficientemente culpable para volver a actuar como antes, todo vuelve a estar bien. Si no, comienzan las peleas hasta que uno de los dos decide que no está feliz y se termina la relación.
Al tiempo conoces a otra persona que “llena tus necesidades y expectativas” y comienza otra relación especial. Si pones mucha atención te darás cuenta que todo lo que no sanaste en tu interior con la primera pareja, se repite en la próxima. Eso se debe a que sucede lo que yo llamo “se unen el hambre y la necesidad.” Todo lo que tienes en el inconsciente para sanar te lo va a activar tu pareja y viceversa. Pero como siempre, si es una relación especial, estas en negación y lo ves afuera.
Mientras te sientas victima eso va a ser un círculo vicioso. Para salir de él es necesario comenzar a ver las cosas de forma diferente. En el próximo blog te explicaré cómo.