¿Eres valiente o temeroso?

Cambiar tus pensamientos equivocados a pensamientos de amor es de personas valientes. Una vez tomas la decisión de hacerlo, la única forma de que puedes transformarlos es cuando salen de tu inconsciente y puedas mirarlos y aceptar que son tus pensamientos.

Esta decisión a veces trae mucho dolor emocional. Cuando decides que quieres mirarlos de frente y sanar lo que sea que signifiquen para ti, tu Espíritu Santo o Ser Superior atraerá circunstancias a tu vida que te fuercen a mirarlos y cambiarlos. Por lo tanto, si has decidido crecer en consciencia el camino puede estar lleno de altos y bajos cuando la vida te trae oportunidades para crecer. No te asustes. Son solo pensamientos y emociones con las cuales vienes cargando desde muy pequeña.

Estos son los pasos que yo uso cuando estoy viviendo un momento de mucho dolor o tumulto:  

  1.  Antes que nada, acepto responsabilidad. No le echo la culpa a lo que sea que esté fuera de mí sino que reconozco que algún pensamiento mío lo atrajo a mí para que pueda sanarlo. A veces sé cuál pensamiento es, otras no. Pero sé que siempre es mi pensamiento y no lo que me dijeron o hicieron afuera de mí. Este paso me saca del rol de víctima donde pienso que alguien me hizo algo.
  2. Acudo al Espíritu Santo (ES) en mí. A esa parte mía le hablo como si fuera un amigo. Le digo algo así: ES, me estoy sintiendo muy sola. (Aquí, reconozco cómo me siento). Yo sé que eso viene de mi pensamiento de que no pertenezco, pero no sé cómo cambiarlo. (Aquí, asumo responsabilidad). ES te entrego mi pensamiento para que me ayudes a verlo de forma diferente y pueda perdonarme por haber pensado así. (Lo entrego a un nivel superior)

No sé si fue Einstein, pero algún sabio dijo que no podemos resolver un problema en el mismo nivel en que fue creado. Hay que acudir a un nivel superior.

Estos sencillos pasos, si los haces cada vez que algo te saca de tu paz, que es tu verdadera esencia, te ayudan en varias formas:

  1. Sales inmediatamente del rol de víctima. Cuando proyectas tus pensamientos afuera y culpas a alguien porque “te hizo” algo te enredas en el mundo del ego, o sea, en tus pensamientos que te dicen que estas separada de Dios y de todo lo demás. Esta idea causa mucho miedo y cualquiera de sus ramificaciones como culpa, coraje, etc. Para no sentirlas las proyectas al que está fuera de ti.
  2. Recuperas tu poder. Cuando eres victima tienes que esperar que la otra persona o situación cambie para ser feliz. Al recobrar tu poder, puedes ser feliz tan solo cambiando tu percepción a una de amor. Es poder ver más allá de las apariencias al ser perfecto que tienes delante, quien, simplemente con su comportamiento, te está diciendo que es infeliz y necesita amor. Cuando logras hacer esto cada vez que algo te quita la paz, poco a poco, se convierte en algo natural y sin esfuerzo.

De ti depende. En cada instante, puedes escoger la paz. Y si fallas, escoge de nuevo.

El principio 9: “Somos estudiantes y maestros unos de los otros”.

Existe una interconexión entre todo en el Universo. A ese nivel, todo es una unidad. No existe la separación. Lo que hace una persona tiene repercusión en todo el Universo. Las Leyes Universales rigen esta dimensión.

A veces existen situaciones en tu vida, tal como que estabas pensando en una amiga y suena el teléfono y es ella, y dices, que casualidad. El psicólogo Carl Jung llamó a esto sincronicidad cuando ocurren eventos donde está envuelto algo más allá de la relación causal.

No existen ni las casualidades ni las sincronicidades. En realidad, los maestros y los estudiantes se unen cuando ambos están listos para comenzar a sanar. Lo que ves afuera es una proyección de tus pensamientos. Siempre te estás mirando en un espejo. Todas las personas y situaciones que tienes en tu vida están ahí porque tienes algo que aprender de ellas.  Aquí está en juego la ley del magnetismo y la ley de la atracción. He hablado de ellas en otros blogs.

En la medida que entiendes la teoría del espejo y la utilizas para tu crecimiento, aprovechas estos “maestros”  para ver cuáles son tus pensamientos proyectados afuera. Si asumes responsabilidad por tus pensamientos proyectado, tus relaciones serán cada vez más armoniosas.

Ese maestro te ayuda a ver cosas que tienes dentro de ti que has olvidado o que están tan profundamente en el inconsciente que no las has identificado. Los mejores maestros son tus relaciones familiares pues es con quien pasas más tiempo. Pueden ser adultos o niños. La edad no importa. Es tu reacción hacia ellos.

Pero no tienen que ser personas. Pueden ser objetos, animales, gobiernos, entidades, etc. Así es que si reaccionas ante lo que sea de cualquier forma que no sea amor, tienes que mirar hacia adentro y ver qué cosa de ti están reflejando.

Lo mismo ocurre a la inversa. Para ese maestro tuyo, tu eres su maestro. Hay un dicho en Puerto Rico que dice, “se juntan el hambre y las ganas de comer”.

Cuando logras integrar este principio en tu vida, todas tus relaciones van a cambiar. Sales de tu rol de victima al dejar de pensar que alguien te hizo algo, y te conviertes en el rol principal de tu sanación. Entonces, reconoces que eres  únicamente amor y comienzas a extenderlo a todas las personas que encuentras. İQue forma maravillosa de vivir!

Principio 6: Podemos aprender a amarnos a nosotros mismos y a los demás, perdonando en vez de juzgando.

Perdonar, en este sentido, no es lo que usualmente conoces como perdonar. No es mirar a alguien que “te hizo” algo y decirle, te perdono pero, no olvido.

He mencionado en otros blogs, que cuando ves algo en otra persona, es una proyección de ese algo dentro de ti. Tus pensamientos te hacen vibrar a cierto nivel. Si tienes pensamientos negativos, tendrás una vibración más densa. Si tus pensamientos son positivos, tendrás una vibración más alta.

 Por la ley de atracción, vas a atraer a tu vida personas que tienen una vibración similar. Cuando esa persona que atraes hace cosas que no te gustan de ti pero que no aceptas que las tienes, te va a dar mucho coraje. Tal vez pienses que es imperdonable. Si alejas a esa persona de tu vida porque lo que te hizo no tiene perdón y no lo sanas en ti, va a venir alguien más con características similares.

Esos actos imperdonables, ya sea que vengan de otra persona o  de ti, provienen de la parte de la mente que Un curso de milagros llama el ego. Es sea parte que cree que está separada de Dios. La que se considera pecadora cuando en realidad, nuestro verdadero ser sigue unido al Creador y es puro amor.

El perdón en este principio es poder ver más allá del acto al verdadero ser que es perfecto y siempre amoroso. Es ver al otro como nuestro espejo y poder mirar hacia adentro para poder reconocer qué tenemos que sanar. O sea, ver al otro como mi maestro.

Perdonar no significa que aceptamos los actos inadecuados de otra persona. El perdón es una corrección interna que hace que nuestro corazón se sienta más liviano y nos libera para vivir en el presente, para vivir en el amor. Es mayormente para nuestra paz mental. Al estar en paz y amor, podemos extenderlos a otros, y este es el regalo más valioso que podemos dar.

Susan S. Trout, Ph.D., discute estos principios en su libro Para ver de otra manera,  dondehace el cuento de esta señora y su familia que estuvieron años odiando y queriéndose vengar de la persona que asesinó a su hija de 18 años. El coraje y dolor los consumía a todos.

Después de años ella y su esposo decidieron confrontar al asesino en la cárcel para que les dijera por qué había asesinado a su hija.

Cuando lo tuvieron de frente, el odio que los había consumido se desapareció súbitamente, y sintieron amor por él. Pudieron reconocer su condición humada y su dolor. Al ver esto, sintieron compasión y amor. Se dieron cuenta que él también estaba sufriendo por lo que había hecho.

Esto es un ejemplo de lo que significa ver más allá del acto a la esencia de amor de la persona. Es lo que el principio llama perdonar.

Cuando escogemos ver a todos como maestros del perdón, cada momento nos permite ser felices y en paz y amor.

Principio 4: Podemos soltar el pasado y el futuro

Para poder dar amor libremente nos ayuda el principio 4 que dice que “podemos soltar el pasado y el futuro. Imagínate viviendo con coraje o sentimientos de culpa por lo que te pasó, o te dejó de pasar, lo que hiciste o dejaste de hacer o, por el contrario, temiendo el futuro porque piensas que va a ser una repetición de tu pasado. En ese caso, no vas a aprovechar el único verdadero momento que tienes, que es el momento presente.

Tu responsabilidad es perdonar el pasado, soltarlo y no proyectarlo al futuro para así poder dar amor libremente y comenzar cada nuevo día o cada nueva relación, disfrutando lo maravilloso que pueda traer a tu vida.

 Una vez yo almorcé con una abogada que comenzó a hablarme de su ex esposo. De la forma que hablaba yo pensé que se acabada de divorciar pues la veía sufriendo y con mucho coraje. Cuando le pregunté me dijo que llevaba 10 años divorciada. Yo no lo podía creer. Ella estuvo diez años viviendo en el pasado, y por eso no disfrutaba del momento presente. Ella no supo vivir el principio anterior.            

Cuando enjuicias a alguien o repites en tu mente cosas que sucedieron en el pasado, no solo sigues viviendo el mismo drama en tu presente, sino que te privas de tener paz. El pasado vive en tu mente. Ya dejo de existir. Pero lo revives cada vez que piensas en él.

Lo mismo pasa con el futuro. Si te pasas preocupada por lo que pueda pasar en tu futuro estas proyectando situaciones que ya pasaron. Al ser creativo tu pensamiento, continúas recreando lo mismo que está tu mente.  ¿Sabías que aproximadamente el 90% de las cosas por las cuales te preocupas no suceden? Que desperdicio de tiempo donde podías haber disfrutado tu vida.

Tanto recrear tu pasado como preocuparte por el futuro te privan de disfrutar cada momento con lo que la vida te trae. Suelta lo que pasó, perdona a quien te hizo daño, y perdónate a ti. Sin perdonar no vas a poder disfrutar cada momento. ¿Has escuchado decir “el pasado se fue, el futuro no ha llegado, lo único que existe es el presente”? Aplícalo a tu vida, y tendrás una vida plena y llena de amor.

Principio 2: Salud es paz interior y sanar es soltar el miedo

Cuando se habla de sanación en estos principios no se refiere a la sanación del cuerpo sino de la mente. Por eso el segundo principio dice que Salud es paz interior y sanar es soltar el miedo.

Cuando nuestra meta es cambiar el cuerpo, nos olvidamos que nuestra única meta es la paz mental. Nunca vamos a conocer la verdadera paz mientras pensemos que somos vulnerables. Nuestro verdadero ser es eterno y no padece de nada.

Conozco a muchas personas que están sanas de cuerpo pero no tienen paz interior. Están libres de enfermedades pero infelices. Eso se debe a que están llenos de miedos, miedo a la escasez, miedo a la soledad, miedo al futuro. En fin, tienen su mente puesta en cosas que les quitan la paz.

Por otro lado, yo tenía un amigo que le dio cáncer en sus cuarenta años. Él escogió no hacerse ningún tratamiento invasivo. Muchas personas, ciegas a la realidad de nuestro ser, comenzaron a enjuiciarlo y a opinar lo que tenía que hacer pues entendían que él tenía que hacerse quimioterapia o radioterapia, cirugía etc. para sanar su cuerpo. 

El resto de la gente estaba histérica, pero él estaba en paz. Él sabía que no era ese cuerpo y escogió dejarlo estando en paz. Su cuerpo nunca sanó y murió, pero tenía salud porque estaba en paz mental. No le tenía miedo a la muerte. Esa es la verdadera salud.

Un Curso en Milagros nos dice: Deseo la paz de Dios. La paz de Dios es lo que quiero. La paz de Dios es mi única meta, la mira de todo mi vivir aquí, el fin que persigo, mi propósito, mi vida y mi función, mientras habite en un lugar que no es mi hogar. No soy un cuerpo. Aún soy como Dios me creó. (LE-p1.205.rVI.1:6)

Somos amor puro. El cuerpo es únicamente un vehículo que tenemos para poder experimentar y aprender de una vida en el mundo físico de la materia. Cuando lo dejamos porque ya no nos sirve, nuestra esencia o amor puro, sigue existiendo en otra dimensión y sigue su evolución y aprendizaje a otros niveles. Somos eternos. De nosotros depende, según decidamos si poner nuestra atención en el amor o en el miedo, si vamos a estar en paz o si vamos a sufrir en nuestro viaje por la Tierra. ¿Qué vas a escoger?

Primer Principio: La esencia de nuestro ser es amor.

El primer principio de Sanación de Actitudes dice que la esencia de nuestro ser es amor. El amor es eterno.  La mente es ilimitada; nada es imposible. Este principio está basado en la premisa de que nuestra verdadera identidad es espiritual en vez de física. El amor es la parte de nosotros que es real.

¿Y qué es amor? El amor no se puede definir. Es una energía que contiene todo lo que es Real, lo que viene del Creador. Es la unidad de todo lo que existe. Es la ausencia total de miedo, que viene del ego o pensamiento de separación.

Hace unos años, yo fui a hipnotizarme para ver si podía mejorar mi claustrofobia. Yo tuve una experiencia sumamente interesante. Ya inmersa en el estado hipnótico, el doctor me dijo que fuera al primer momento donde había sentido claustrofobia. Inmediatamente me vi metida viva dentro de un ataúd en una barca que iba por un rio. Se imaginarán la claustrofobia y el miedo que comencé a sentir en ese momento. Tan pronto comenzó ese estado de claustrofobia el médico me dijo que me fuera a un lugar de paz. Es increíble lo instantáneo que pasé del miedo al amor, meramente con poner mi mente en la paz.

Para comenzar a cambiar los pensamientos de miedo que tenía en mi mente, el médico me recordó que yo no era ese cuerpo, que mi verdadera esencia es amor, que mi ser es inquebrantable y perfecto. Le dijo a mi inconsciente que mi cuerpo puede morir o enfermarse pero que mi ser, que es amor, es eterno. El haber logrado sentir ese amor que soy, desprovista de todo miedo, me ha ayudado tremendamente toda la vida. Pude experimentar en un momento de hipnosis que dónde pongo mi mente va a determinar si estoy en paz y amor o en miedo. Es tan sencillo como eso. ¿No estás en paz? Cambia tus pensamientos y escoge de nuevo.

No tienes que estar en hipnosis para sentir tu esencia. Con cerrar los ojos y hacer unas cuantas respiraciones profundas desconectándote de tus pensamientos que te dieron miedo, o en un estado de meditación, puedes sentirla. Practícalo hasta que lo logres. De esta forma, cada vez que te encuentres desconectado de tu verdadera esencia, con hacer este proceso, te vuelves a conectar al amor que eres.

¿Le huyes al sufrimiento?

El sufrimiento es parte de tu vida. No importa cuánto cambies tu situación para no sufrir, en algún momento te alcanza. Lo importante es qué haces con el sufrimiento.

¿Y por qué sufres? Tu verdadera esencia es el amor. Si tu mente está llena de pensamientos de amor vas a estar en paz. Si por el contrario, el ego y los pensamientos de miedo llenan tu mente, vas a sufrir, ya sea estrés, ansiedad o cualquier otra emoción que surge del miedo.

El sufrimiento es una gran oportunidad para ver cuáles son esos pensamientos que te quitan la paz. Usualmente forman parte de tu mente inconsciente, así es que es necesario que juegues un poco a ser detective. Lo que has aprendido hasta ahora es a buscar afuera la fuente de tu sufrimiento. Fulano me dijo tal cosa, y me ofendió. O, Mengano me hizo o dejo de hacer tal cosa y me hizo daño.

Te invito a hacer algo totalmente diferente. Cuando estés sufriendo, no huyas del sufrimiento. Détente y dedica un tiempo a solas contigo para ver de dónde viene. Busca dentro de ti.

  • ¿Qué estás sintiendo?
  • ¿Qué te recuerda eso de tu niñez?
  • ¿Qué persona de tu niñez asocias con ese sentimiento?
  • Cuando logres identificar recuerdos similares en tu niñez ¿Qué decisiones tomaste sobre ti misma que ahora puedas estar viendo afuera y te estén haciendo sufrir?

Una vez puedas contestarte todas esas preguntas, anótalas en tu cuaderno para que se te facilite identificarlas en tu futuro. Date cuenta que quien está reaccionando es tu niño o niña interno, esa parte tuya herida desde la niñez que quiere ser sanada.

Date a ti misma mucho apoyo y amor. Cada vez que surja el pensamiento negativo que tienes repite que eso no es cierto y cámbialo a una afirmación positiva. Esta sanación interna es un proceso. Poco a poco te iras dando cuenta que ya no reaccionas a algo similar, con la misma intensidad de antes.

Lo importante es no mirar hacia afuera sino hacia adentro cada vez que algo te quite la paz. No le huyas al sufrimiento. Puede ser tu gran aliado en tu proceso de sanación.

Mira más allá de las apariencias

Un curso de milagros lee, “Las apariencias engañan, pero pueden cambiar. La realidad, en cambio, es inmutable. No engaña en absoluto, y si tú no puedes ver más allá de las apariencias, te estás dejando engañar. Pues todo lo que ves cambiará; sin embargo, antes pensabas que era real, y ahora crees que es real nuevamente.” (T-30.VIII.1.1-4)

¿Y qué son las apariencias, y qué es la realidad? Para el Curso, lo que ves desde tu mente del ego son apariencias ya que puedes ver una situación o a una persona de una manera hoy y mañana de otra. Lo que es realidad nunca cambia. Tu ser real es esa parte tuya que sabe que nunca se ha separado de Dios. La realidad es amor, sabiduría, compasión. Las apariencias son producto del juicio, de tu percepción del momento. Por eso es cambiante.

Te voy a poner una situación de la vida para que puedas verlo en vivo y a todo color. Lo que tú piensas lo proyectas hacia afuera y es lo que conoces como las circunstancias de tu vida. Las ves y las sientes como si fueran reales pero si cambias tu forma de pensar, mañana las ves de otra manera.

Imagínate que tienes un pensamiento muy escondido en tu inconsciente que dice que tú no te mereces y llena el blanco con aquello que no te mereces. Pueden ser muchas cosas.

Tienes una cita a las 6pm con tu pareja a quien el celular se le quedo sin batería. Cuando sale a recogerte se encuentra que hubo un accidente en la carretera y no te puede llamar para avisarte. Llega a las 7pm a recogerte.

Todo ese tiempo has estado furiosa porque te sientes que no te merecías que te llamara. No lo vas a ver así de claro porque está en tu inconsciente pero por eso reaccionas así. Piensas que es un desconsiderado, que no te quiere lo suficientemente y muchos otros pensamientos que te hacen infeliz. Cuando llega lo insultas sin dejarlo hablar. Y estás segura que tienes toda la razón en sentirte así y en reaccionar como lo estás haciendo.

Cuando él logra explicarte lo que pasó te sientes muy mal de haber reaccionado así. Ahora ves el mismo evento de una forma totalmente diferente. Eso que viste, que era totalmente real para ti, eran solamente apariencias que surgieron de tu percepción de la situación.

La realidad es incambiable. Si en vez de ver la situación desde tu pensamiento negativo lo hubieras visto desde el amor, no importa lo que hubiera pasado hubieras estado en paz en todo momento. Hubieras pensado que tu pareja es un ser de amor y nobleza y que si no llegó a tiempo no tenía nada que ver con él ni contigo sino con alguna circunstancia ajena a él. No lo hubieras enjuiciado y cuando llegara ibas a estar en total amor, ya que esa es tu verdadera naturaleza.

Si practicas el ver las cosas desde el amor en vez de desde tus percepciones equivocadas, cada vez se te hará más fácil y tendrás muchos más momentos de paz. Estarás mucho más frecuentemente en la realidad de tu ser, que es amor, en vez de en las percepciones del ego, que es el miedo. Trátalo.

¿Vives en el presente?

Definitivamente, una de las cosas que vine a sanar en esta vida, fue mi sensación de que yo no valía, que no era suficientemente importante. Desde muy pequeña tenía un vacío muy grande en mi interior. Como no sabía nada de lo que estoy tratando de comunicar aquí, siempre pensaba que cuando algo pasara en mi futuro, entonces, iba a ser feliz.

Cuando estaba en primer grado, iba a ser cuando hiciera la primera comunión. Luego, cuando me graduara de octavo grado y así sucesivamente. Por supuesto, cuando llegaban los eventos era feliz por un rato y luego volvía el vacío que estaba causado por mis propios pensamientos erróneos.

En mayor o menor grado, todos hacen lo mismo. Tienen expectativas de su futuro. Estas expectativas no les permiten disfrutar de su presente, que es lo único que existe.  

Lo mismo ocurre cuando siempre tienes tu mente en el pasado pensando, consciente o inconscientemente, que el futuro va a ser igual. Este ir y venir entre lo que pasó y lo que puede pasar causa miedo y ansiedad y en realidad no te conduce a nada positivo.

Vas creando tu vida instante a instante. ¿Y cómo creas una vida feliz?

  • Vive en el momento presente todo el tiempo disfrutando a plenitud lo que estás viviendo. No guardes nada para el momento perfecto. Ese es ahora. Úsalo.
  • Mantente alerta a tus pensamientos sobre lo que estas experimentando, sabiendo que lo que tienes ahora lo creaste con lo que pensaste en el pasado.
  • Si atrajiste algo que no te gusta, no lo enjuicies. La energía que produce el juicio te traerá más de lo mismo.
  • Acéptalo y, si no es lo que quieres, comprométete a cambiar el pensamiento que la produjo a uno positivo.

El pasado ya pasó, es solo una idea, un recuerdo, y el futuro no ha llegado, también está en tu mente. Vive tu presente a plenitud que es lo único que tienes.

Cuando el Amor se Acaba

Sol Gordon, en su libro Why Love is not Enough dice que:

  • Si el dolor de estar con la persona que amas es mayor que la felicidad

que comparten…

  • Si tu amor es más una carga que un placer…
  • Si te sientes desesperada(o) o sola(o) cuando estás con tu pareja, pero cerca de él o ella, de alguna manera, cuando están aparte…
  • Si te da terror la idea de no encontrar otra persona…
  • Si el comportamiento de tu pareja te domina y te lleva al punto de

desesperación y pérdida de dignidad…

Entonces es tiempo de soltar tu relación. 

 El final de una relación es una de las cosas más difíciles y dolorosas.  Sin embargo, si terminas una relación con respeto y consideración a la otra persona, el proceso de sanación y separación emocional será mucho más suave.

     Hay varias cosas que te pueden ayudar en este momento:

  • Primeramente, recuerda que esa persona fue importante para ti en el pasado. 
  • No hagas nada por despecho o venganza.  El Universo se encarga de balancear las energías y eso incluye los actos dañinos. 
  • Si te hicieron daño, ya esa persona tendrá que aprender sus lecciones.  No hagas nada que aumente las que tengas tú que aprender.
  • Si hay hijos envueltos,  el que se va también es su padre o madre.  No digas o hagas nada para enemistar a tus hijos con ellos.  El daño mayor se lo harías a tus hijos.  Los niños saben que tienen parte de su padre y su madre.  Si piensan que uno de ellos es malo, terminan pensando que ellos tienen que tener algo malo también.
  • Lee el blog anterior sobre la comunicación efectiva con detenimiento y aplica todas las técnicas en esta relación que se termina.  Cuando hay hijos, lo único que termina es el matrimonio, la relación continuará para toda la vida.
  • Una de las cosas que más te ayudará a sobreponerte al dolor es aceptar  que la relación terminó.  Lo que más te mantiene atado al pasado es el estar pensando que a lo mejor llama… tal vez se arrepienta… si yo hubiera hecho (o dicho)…  Cuando yo estaba pasando el dolor de una relación que terminó, una persona  me dijo que no pensará tanto en eso.  Ante mi pregunta de cómo… me dijo “pues cambia la cinta (el casete.)  Cada vez que te venga a la mente, piensa en otra cosa.  Recuerda que tú eres quien controlas lo que piensas.  No es al revés.
  • No idealices a la persona.  Mira las cosas tal y como sucedieron.  Si te hizo daño, si te menosprecio etc. no justifiques el comportamiento.  Ese comportamiento no es aceptable bajo ninguna circunstancia.
  • No proyectes a esa persona tus sentimientos ni te inventes lo que debe estar pensando.  El que te ama te trata con amor.  El que te trata con desamor no te ama.
  • Comparte con personas que te apoyan.  Este es un tiempo que necesitas rodearte de personas que te comprenden y te aman. 
  • Sin embargo, también dedícate tiempo de soledad.  Es en esos momentos que te das el permiso para desahogarte.  Llorar es bien saludable.  Es la forma que Dios nos dio para limpiar el alma.
  • Cuando ya lo desees, busca algo que te guste hacer y hazlo.  Tal vez siempre querías tomar una clase o aprender algo.  Es el momento de hacerlo.
  • Amate a ti misma, aliméntate bien, date un masaje, disfruta de la naturaleza.  Haz cualquier cosa menos comenzar una relación nueva. 

 Una vez estés lista para comenzar una nueva relación es importante asumir tu parte de responsabilidad en el fracaso de la anterior. 

  • Te invito a hacer una lista de tu comportamiento que contribuyó a que no funcionara y cómo puedes modificar ese comportamiento. 
  • Además, haz otra del comportamiento de tu pareja, para que estés clara que clase de pareja estás atrayendo. 
  • Mira a ver en que se asemeja ese comportamiento al comportamiento de uno de tus padres. 
  • Date cuenta que no es casualidad que hayas escogido a esa pareja. 
  • Lo que no sanaste con tus padres lo vas a atraer en la pareja que escojas para darte cuenta que aún tienes cosas que perdonar.  Es con el perdón a tus padres que tienes que trabajar para no repetir lo mismo en otra relación.