LA RESISTENCIA, LA PROCRASTINACION Y LAS EXCUSAS: las razones perfectas para quedarnos donde estamos

Hoy voy a describir tres bloqueos más a la motivación, la resistencia, la procrastinación y las excusas. Comencemos con:

LA RESISTENCIA

Ley física – Para cada acción, hay una reacción igual y opuesta.

Podemos definir la resistencia como cualquier fuerza, venga de pensamientos internos, o situaciones o personas externas, que hagan oposición a tus metas o acción escogida.

Cuando te encuentres poniendo resistencia para lograr algo, puedes verlo como una oportunidad para reafirmar tus metas.  Reconoce la resistencia y vuelve a enfocarte en lo que quieres lograr.

Hay dos tipos de resistencia, la interna y la externa, pero el resultado de ambas es el mismo, nos detrae de alcanzar lo que queremos.

Puedes sobreponerte a la resistencia interna siguiendo los siguientes pasos:

  1. Obsérvate objetivamente.  Para esto utiliza la técnica del testigo objetivo.  Esa técnica es cuando te miras como si estuvieras fuera de ti, sin emociones, ni ideas preconcebidas.  Como si fueras otra persona que está viéndote.  ¿Qué estás pensando?  ¿Qué estás sintiendo?
  2. Consulta con tu Ser Superior.  Esto lo logras a través del silencio mental.  Aquiétate y escucha tu intuición.
  3. Toma un paso pequeño hacia la meta.  Si divides la meta en pasos pequeños y solo te enfocas en el paso a dar puedes dejar ir la resistencia.
  4. Date apoyo emocional.  Rodéate de personas que compartan tus sueños y deja a un lado aquellas personas que te paralizan.

Cómo podemos sobreponernos a la resistencia externa:

  1. El efecto del espejo.  Mira fuera de ti a ver que te dice tu espejo.  ¿Qué comentarios te hacen las otras personas?  ¿Qué tipo de situaciones están llegando a tu vida?  Examina todo con detenimiento, sabiendo que son mensajes para ti, ya que fuera de ti no hay nada.
  2. Cuando otras personas nos aguantan.  Muchas veces tus seres más allegados se sienten amenazados con tu progreso.  Esto se debe a que temen el cambio en la relación.  Trata de darles seguridad con compasión, pero no permitas que te atrasen.
  3. Considera distanciarte si fuera necesario.
  4. Mantente enfocado en tu guía interna.
  5. Aprende a centrarte.

Lo que resistes persiste. La resistencia es una fuerza poderosa que, por la ley de atracción, atrae más de aquello que resistimos, hasta que soltamos la resistencia y transferimos nuestra energía a cosas o estados más positivos.

Para sobreponernos  a la resistencia se requiere auto-evaluación frecuente para lidiar con las creencias internas que están causando nuestra resistencia.

LA PROCRASTINACION

La procrastinación es el opuesto del dicho “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.”  El que procrastina deja para mañana lo que puede hacer hoy.

Hay dos tipos de procrastinación, la procrastinación habitual  y la ocasional.

Detrás de la procrastinación habitual hay dos miedos. 

  • Uno es el miedo a hacer las cosas mal.  Podemos enfrentarnos a este miedo reconociendo que el fracaso no existe.  Cuando no nos salen bien las cosas es solo un ejemplo de cómo no se hacen.
  • El otro es el miedo  a no llenar nuestras expectativas previas. Podemos ayudarnos a dejar este miedo atrás cuando entendemos que no somos perfectos y a veces las cosas nos salen mejor que otras.  Nosotros somos nuestros más fuertes críticos.  Nos exigimos la perfección y nos castigamos cuando no la logramos.

La procrastinación ocasional es nuestro guía interior disfrazado.  Es la forma que nuestro ser interno tiene para decirnos que “por ahí no es.”

¿Cómo podemos saber la diferencia entre los dos tipos de procrastinación?  Trata de notar cuando comienzas algún proyecto si te sientes que vas en contra de la corriente, o fluyendo con ella.  Si cuando has estado trabajando en la tarea por un tiempo, sientes que te estás forzando a hacerla, trata dejándola por un rato y cambiando a otra actividad.  Si luego sientes un impulso interior a regresar a ella, hazlo.  Si no, puede ser que tu Guía Interno te esté dirigiendo en otra dirección.  Con la práctica se distinguirá entre las dos situaciones más fácilmente.

EXCUSAS

Muchas veces nos desmotivamos cuando queremos hacer una tarea, dándonos excusas, que no necesariamente son válidas, para no hacerlas.

Ejemplos de algunas:

  1. Soy muy viejo para eso.
  2. Soy muy joven para eso.
  3. No tengo suficiente experiencia en esa área.
  4. No tengo una preparación universitaria.
  5. Regresaré a la escuela cuando crezcan los niños.

¿Cómo puedes sobreponerte a las excusas?  Una forma es preguntándote lo siguiente cuando te des cuenta que estás permitiendo que las excusas te limiten:

            Si supiera cómo hacer esto ¿cómo lo haría?

            O, si la excusa no fuera un obstáculo ¿qué haría ahora?

Tu mente sabe las respuestas a esas preguntas.  Solo necesita que se las hagas. Así que te animo a que sigas adelante y lo hagas.

Leave a Reply