Un curso de milagros lee, “Las apariencias engañan, pero pueden cambiar. La realidad, en cambio, es inmutable. No engaña en absoluto, y si tú no puedes ver más allá de las apariencias, te estás dejando engañar. Pues todo lo que ves cambiará; sin embargo, antes pensabas que era real, y ahora crees que es real nuevamente.” (T-30.VIII.1.1-4)
¿Y qué son las apariencias, y qué es la realidad? Para el Curso, lo que ves desde tu mente del ego son apariencias ya que puedes ver una situación o a una persona de una manera hoy y mañana de otra. Lo que es realidad nunca cambia. Tu ser real es esa parte tuya que sabe que nunca se ha separado de Dios. La realidad es amor, sabiduría, compasión. Las apariencias son producto del juicio, de tu percepción del momento. Por eso es cambiante.
Te voy a poner una situación de la vida para que puedas verlo en vivo y a todo color. Lo que tú piensas lo proyectas hacia afuera y es lo que conoces como las circunstancias de tu vida. Las ves y las sientes como si fueran reales pero si cambias tu forma de pensar, mañana las ves de otra manera.
Imagínate que tienes un pensamiento muy escondido en tu inconsciente que dice que tú no te mereces y llena el blanco con aquello que no te mereces. Pueden ser muchas cosas.
Tienes una cita a las 6pm con tu pareja a quien el celular se le quedo sin batería. Cuando sale a recogerte se encuentra que hubo un accidente en la carretera y no te puede llamar para avisarte. Llega a las 7pm a recogerte.
Todo ese tiempo has estado furiosa porque te sientes que no te merecías que te llamara. No lo vas a ver así de claro porque está en tu inconsciente pero por eso reaccionas así. Piensas que es un desconsiderado, que no te quiere lo suficientemente y muchos otros pensamientos que te hacen infeliz. Cuando llega lo insultas sin dejarlo hablar. Y estás segura que tienes toda la razón en sentirte así y en reaccionar como lo estás haciendo.
Cuando él logra explicarte lo que pasó te sientes muy mal de haber reaccionado así. Ahora ves el mismo evento de una forma totalmente diferente. Eso que viste, que era totalmente real para ti, eran solamente apariencias que surgieron de tu percepción de la situación.
La realidad es incambiable. Si en vez de ver la situación desde tu pensamiento negativo lo hubieras visto desde el amor, no importa lo que hubiera pasado hubieras estado en paz en todo momento. Hubieras pensado que tu pareja es un ser de amor y nobleza y que si no llegó a tiempo no tenía nada que ver con él ni contigo sino con alguna circunstancia ajena a él. No lo hubieras enjuiciado y cuando llegara ibas a estar en total amor, ya que esa es tu verdadera naturaleza.
Si practicas el ver las cosas desde el amor en vez de desde tus percepciones equivocadas, cada vez se te hará más fácil y tendrás muchos más momentos de paz. Estarás mucho más frecuentemente en la realidad de tu ser, que es amor, en vez de en las percepciones del ego, que es el miedo. Trátalo.