¿Le temes al fracaso?

Cuando yo estudiaba derecho hace muchos años, aún no habían llegado a mi vida estos conocimientos que les imparto. Reinaba en mí el “yo no soy suficiente…”, ese pensamiento que me paralizaba.

Recuerdo que el Tribunal Supremo de Puerto Rico emitió un caso que cambio totalmente el procedimiento de divorcio en Puerto Rico al establecer el divorcio por mutuo consentimiento.

Luego de estudiar bien ese caso me vinieron unas ideas a la mente y pensé que debía escribir un artículo para la Revista de Derecho y lo redacte en mi mente. Paso seguido pensé, ¿Y a quien le va a interesar leer lo que yo escriba? Lo que yo tenga que decir no es suficientemente importante. Y no lo escribí.

Pasó un mes y publicaron en otra revista de derecho un artículo que escribió una de las abogadas de mayor renombre en Puerto Rico en el área de derecho de familia. ¿Y adivinen lo que decía? Lo mismo que hubiera dicho yo. Me dieron ganas de darme yo misma por la cabeza por mis inseguridades. ¿Por qué tanto miedo al fracaso? ¿Por qué el miedo a que la gente piense que no soy perfecta si no lo hacía bien?

Al cabo de unos años llego a mi vida Un curso de milagros. En este maravilloso libro aprendí que “las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor que te ocasionó lo que elegiste previamente.” T-31.VIII.3.1.

Ese evento que yo clasifique de cobardía se me quedó grabado en la mente por muchos años. Una vez aprendí lo que dice el Curso, pude darme cuenta que venía de mi pensamiento de que yo no era suficientemente capaz, en este caso de escribir un artículo inteligentemente. Comencé a estar pendiente de cada vez que yo no hacia algo porque pensaba que   “no soy suficiente o no soy suficientemente….” Cuando surgía una situación donde mi reacción era similar y me daba cuenta, inmediatamente escogía de nuevo y sacaba valor dentro de mí para atreverme a hacer lo que quería hacer. Poco a poco, se volvió parte de mi naturaleza.

Con esta historia, quiero que veas que el fracaso no existe. Es meramente enseñándote la forma en que no se hacen las cosas. La próxima vez, te aventuras a hacer lo que deseas y si surge el miedo, lo tratas de otra forma. Tu vida comenzará a cambiar para lo mejor.

¿Y QUE HAGO CON MI PROYECCIÓN?

El Perdón

El Curso de Milagros (el Curso) enseña que la única manera de lograr cambiar tus percepciones es a través del perdón.  Si entendiste la explicación de la proyección del blog anterior, ya sabes que lo que ves afuera que te molesta, en realidad es tu propia proyección.  Al verla afuera te da coraje.  Por lo tanto, cuando perdonas lo que ves en otro, en realidad te estas perdonando a ti mismo por tener ese pensamiento. 

  • El perdón del cual habla el Curso no es el perdón que conocemos donde te ves como el santo y el otro como el malo.  El Curso dice que lo único que existe es el amor.  Esa es nuestra Realidad. Todo lo que no es amor es miedo y el miedo es una ilusión, no es real.
  • Siguiendo con el Curso, perdonar es darte cuenta que si tu verdadera esencia es el amor y lo que no es amor no es real, en realidad no ocurrió nada.  O sea, no hay nada que perdonar. 
  • Es ver a Dios en el otro, ver la inocencia que todos somos. 
  • Darte cuenta que cuando tú o el otro no están actuando desde el amor, están en el miedo y por consiguiente el acto “erróneo” que cometieron, no es otra cosa que un pedido a gritos de que necesitan amor, para recordarles quien verdaderamente son.
  • Cuando alguien hace algo que te injuria, en vez de verlo como culpable, puedes optar por cambiar tu percepción y ver en esa persona a alguien que está herido por circunstancias de su pasado que aún no ha sanado.  Si escoges cambiar tu percepción, te darás cuenta que estás viendo tus heridas en el otro y así podrás perdonarlo con mayor facilidad. 
  • Siempre puedes escoger pensar diferente.  De eso dependerá tu reacción. 

Las relaciones que no has completado son parte tuya, no importa si ya la persona está contigo o no.  Todos los resentimientos y corajes que conllevan una relación maltrecha los llevas adentro, como equipaje, dondequiera que vayas.  En la mayoría de los casos, le echamos ese bagaje encima a quien menos se lo merece.  Es por eso que es tan importante completar todas nuestras relaciones.

Una de las formas más poderosas de completar una relación es a través de una carta.  Esto se puede hacer aunque la persona haya muerto. Siempre hay comunicación a nivel energético.

El siguiente ejercicio te ayudará a soltar los resentimientos que puedes llevar adentro por eventos pasados:

  • Comienza una carta a la persona con quien tuviste una relación inconclusa.  Vas a comenzar la carta diciendo  “Fulano,  algo que siempre quise decirte fue…  Aquí vas a decirle todo lo que hubieras dicho si te hubieras atrevido o te lo hubieran permitido.  Por ejemplo,  “Papi, algo que yo siempre quise decirte es que yo necesitaba que pasaras más tiempo conmigo.”
  • Luego vas a decirle “El hecho de que tú hayas sido así trajo como consecuencia que… (Aquí pones la forma en que tu vida se afectó por eso.)  Un ejemplo sería “El hecho de que tu no me hayas dedicado tiempo trajo como consecuencia que yo me sintiera que no era importante.  Por consiguiente, siempre he traído a mi vida personas que no me han tratado como que yo valgo.
  • En el próximo paso le agradeces la lección que eso trajo a tu vida, como por ejemplo, “Por otro lado tengo que agradecértelo porque ese sentimiento de no valer me ha hecho trabajar con mi autoestima y hoy mi vida y mis relaciones son mejores gracias a eso.”
  • Haces esos pasos con cada cosa que deseaste decir y nunca dijiste.
  • Este ejercicio te va a ayudar a decir lo que necesitas decir, a darte cuenta en que forma te afectó, y, además, a ver que cada experiencia trae consigo un aprendizaje.
  • Esta carta no hay que enviarla.  El solo hecho de escribirla es suficiente.     

Puedes escribirles a tantas personas como quieras.  El perdón es una actitud interna que nos lleva a la paz interior.  No es necesario comunicárselo a nadie.  Tampoco es necesario continuar al lado de la persona a quien perdonamos, o continuar relacionándonos con esa persona.  Meramente la vemos en luz y la soltamos.

Recomendaciones para comenzar a cambiar tus pensamientos

Tenemos unos patrones inconscientes que vienen de la niñez. Por lo general se pasan de generación en generación pues nos “copiamos” lo que vivimos.

Enseñándonos disciplina mediante la desaprobación, que fue lo que aprendieron de sus padres, nuestros padres nos enseñaron a cuestionarnos nuestro valor, lo cual nos llevó a concluir que había algo malo con nosotros.

Nuestra necesidad de aprobación se basa en la premisa de que nuestro valor se mide por lo que otros, especialmente los que están en autoridad, creen de nosotros.  Nuestra opinión no cuenta. 

Nos pasamos la vida buscando personas que nos digan cómo actuar. De esta forma nos abrimos a que otros nos manipulen.

De adultos, tendemos a crear situaciones que hacen que nuestra pareja o amigos nos desaprueben.   Tenderás a cobrarte las que te hicieron tus padres utilizando a tu pareja o amigos.  Si tu pareja no te lo permite, podrías utilizar a tus hijos.

Una vez logres darte cuenta que de adulto(a) estas reaccionando como lo hacías de niño(a), al trabajar con tu interior podrás reaccionar como adulto(a), ante cualquier situación que se te presente.

Ejercicio para comenzar a ver con cuales cosas tienes que trabajar. Escribe por lo menos 10 de cada uno.

  1. Enumera la forma en que te desaprobaron de niño.
  2. Enumera situaciones de tu vida actual donde te sientes desaprobado.
  3. Enumera las formas en que “castigas” a las personas que tu interpretas que te han desaprobado.

Una vez comiences a crear conciencia de tus patrones, puedes comenzar a pensar de forma diferente, pero no sin antes darte cuenta que tu comportamiento viene de pensamientos inconscientes que tienes sobre ti.

Las leyes universales o cósmicas

Contrario a las leyes del mundo, que pueden cambiar según cambia la legislatura, las 7 Leyes Universales o Cósmicas operan en tu vida todo el tiempo, creas en ellas o no.  Existen, estés conscientes de ellas o no, si las has “descubierto” o no. 

Estas leyes rigen al Cosmos y todo lo que existe en él. Esto te incluye a ti y todo lo que te rodea. Las leyes se entrelazan unas a las otras, y todas trabajan en conjunto.

Una vez te familiarices con estas leyes, comprenderás por qué tu vida es como es.  Ya que el mundo es un compendio de la vida de muchas personas, también te dará un entendimiento de por qué el mundo está como está.

Cuando no entiendes las Leyes Universales, vives tu vida de una manera inconsciente, y usualmente te sientes víctima de las circunstancias.   El entender estas Leyes:

  • Te permitirá tomar el control de tu vida. 
  • Te ayudará a cambiar aquellas áreas de ti mismo que no te hacen feliz, y a expandir aquellas que sí te hacen. 
  • Te darás cuenta que la única forma que puedes cambiar al mundo es cambiándote a ti misma, convirtiéndote en mejor persona, y de esta forma enviando esa energía al cosmos.

Les estaré explicando algunas de las leyes en los próximos blogs.

Un curso de milagros, una experiencia que cambia la vida

Déjame presentarte el libro que cambió mi vida.

En 1965,  la Dra. Helen Schucman, y el Dr. Bill Thetford, ambos psicólogos y agnósticos, eran colegas en la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Un día, Helen comenzó a tener una serie de experiencias psíquicas.  Llamó a Bill y le dijo que una Voz Interior no la dejaba tranquila diciéndole “Este es un curso de milagros.  Por favor toma notas.”  Bill le sugirió que tomara notas y que al otro día decidirían si hacía sentido o no. 

Esto hizo Helen y el proceso duró siete años.  Helen escuchaba, escribía y ambos transcribían.  El dictado no era escritura automática, ni Helen estaba en trance.  La Voz, que se llamó a sí Jesús, podía detenerse mientras Helen continuaba con su trabajo.

El manuscrito, que es una enseñanza de psicología espiritual, se llamó Un Curso de Milagros.  Se compone de:

  • Texto, el cual es fundamentalmente teórico y expone los conceptos en los que se basa el sistema de pensamiento del Curso;
  • el Libro de Ejercicios que consta de 365 lecciones, la aplicación práctica de la teoría;
  • y el Manual del Maestro, escrito en forma de preguntas y respuestas, que contesta algunas de las preguntas más comunes que pueden hacerse los estudiantes. 

La  misión del Curso es ayudarnos a alcanzar la paz interior.  Su meta es enseñarnos a eliminar los bloqueos mentales que no nos permiten ver nuestra verdadera esencia, que es el amor.

Las enseñanzas del Curso han sido tan impactantes que éste ha sido traducido a casi todos los idiomas principales.