La mejor forma de lograr lo que deseas es teniendo metas claras, a corto plazo y a largo plazo. Muchas veces tenemos ideas fabulosas pero no damos los pasos necesarios para lograrlas. Fíjate en la siguiente fórmula:
Ideas + ideas = ideas
Ideas + acción = resultado
Si no tomamos la acción debida, nos quedamos en las ideas. Eso les ocurre a muchas personas. Los exitosos utilizaron la segunda fórmula. Obtuvieron resultados porque tomaron las acciones para lograrlos.
Todos tenemos sueños. Algunos los logran. La diferencia entre un sueño y una meta es una fecha. Las metas son deseos y objetivos puestos en términos concretos. Se convierten en el mapa que vas a seguir para lograr tus objetivos, establecer prioridades y manejar tu tiempo.
Para ser efectivas las metas deben ser:
- Específicas y que se puedan medir – tienen que contestar qué vas a hacer; cuándo lo vas a hacer y cómo lo vas a hacer. Así sabrás cuando las lograste.
- Que se puedan lograr – Las metas tienen que ser realistas. Si no, lo que harás es reforzar tu pensamiento inconsciente de que no puedes lograr lo que deseas. Además, así evitarás frustraciones.
- Exigentes – para que sean un reto y nos motiven. De esta forma no caeremos en el aburrimiento de la rutina.
- Escritas – para acordarnos.
- Con fecha fija – para crear un sentido de urgencia.
- Propias -si tienen que ser cumplidas por tu única responsabilidad, y no dependen de otra persona.
- O, si son metas en común, éstas deben ser Participativas – para asegurarnos el compromiso de aquellos que estén envueltos en su cumplimiento y
- Compatibles – para sincronizarlas con las metas de la organización o con las de otros.
Todos tenemos un propósito en la vida. Es la razón por la cual estamos aquí. El propósito tiene que ver con nuestro desarrollo personal y cómo extenderlo a otros a través del servicio. El propósito puede ser tan sencillo como sembrar matas que embellezcan la Tierra, o tan complicado como ser un gobernante de algún país. Las etiquetas de importancia se las ponemos nosotros. Todos son iguales de enaltecedores.
La forma que sabemos cuál es nuestro propósito es reconociendo nuestros talentos. Son éstos los que nos van a ayudar a lograr nuestros propósitos.
Los talentos, a su vez, los descubrimos estando atentos a aquellas cosas que nos gusta hacer. Muchas veces sabemos cuál es cuando nos contestamos la siguiente pregunta. “Si tuviera todas mis necesidades cubiertas, no necesitara dinero y pudiera estar haciendo lo que más disfruto, aunque sea sin paga, ¿qué haría?”
El siguiente ejercicio sirve para clarificar el propósito en tu vida y lo que quieres.
Haz una lista de las siguientes cosas:
- Los valores que son importantes para ti.
- ¿Qué cosas te gustan más de ti?
- Las cosas que más te gustan hacer.
- ¿Qué te motiva para hacer lo que deseas y lograr el éxito?
- Tus habilidades para lo que deseas lograr.
- Tus experiencias pasadas.
- Descripción detallada de tu ideal.
- El ambiente ideal donde deseas llevarlo a cabo.
Una vez terminas el ejercicio tendrás una idea más clara de tu visión en la vida. Es importante que tengas tu visión clara. Esto te ayudará a no salirte de tu ruta. Si no, es como estar en un lugar desconocido sin un mapa. Vas de un lado hacia otro, sin saber hacia dónde vas. El establecer metas claras te hará el camino mucho más fácil.