Cuando pienso en algo suavemente poderoso, lo primero que se me viene a la mente es Reiki. Y tal vez pienses, ¿y qué es eso? La palabra Reiki viene de dos Kanjis o caracteres que se utilizan en la escritura japonesa para expresar conceptos. En este caso Rei significa sagrado, espíritu, alma, divino, y Ki significa energía. Yo le llamo la energía de Dios que habita en cada uno de nosotros y en todas partes.
Reiki es una terapia milenaria por imposición de manos que balancea el cuerpo físico, emocional y mental. Reiki no se aprende leyendo un libro. La habilidad de dar Reiki se pasa de un Maestro de Reiki a la persona que se está iniciando. Esto se hace a través de una sintonización o iniciación. En la iniciación los canales que tenemos en las manos se abren para que fluya a través de ellos la energía Reiki.
Como todo lo relacionado con Reiki, la iniciación es un proceso suave y sagrado. Una vez te inicias al Reiki, es para toda la vida. Aunque no la hayas utilizado en años, la energía se activa con la mera intención. Entra por el chacra coronario y sale por las manos, las cuales se sienten calientes una vez comienza a fluir Reiki.
Contrario a otras terapias por imposición de manos, cuando haces Reiki no estás utilizando tu propia energía. Eres un canal, como lo es una manguera cuando comienza a salir agua. Por lo tanto, tu energía no se disminuye, ni atraes hacia ti las energías de la otra persona.
Reiki tiene tres niveles básicos. El primero nivel es por imposición de manos en ciertas posiciones del cuerpo. Se puede hacer a uno mismo, o a otra persona, animal o planta.
El segundo nivel, o Reiki II, es Reiki a distancia. Aquí se aprenden tres símbolos o kanjis japoneses que sirven diversos propósitos, entre ellos enviar Reiki a distancia, no importa donde se encuentre la persona.
El tercer nivel es el nivel de maestría que algunos maestros lo dividen en dos. Aquí el estudiante es sintonizado a otros símbolos que le permiten, a su vez, poder sintonizar a personas que quieran aprender esta técnica milenaria.
Mi experiencia con Reiki comenzó bastante al principio del comienzo de mi búsqueda espiritual. En esa época, yo estaba tan ávida de conocimiento que donde hubiera una clase de lo que fuera allí iba yo. Así tome el primer nivel de Reiki, por mera curiosidad.
No fue hasta meses después que estaba pasando por un momento difícil que decidí usar Reiki para tranquilizar mis emociones. Como abogada, en esa época yo necesitaba evidencia para creer las cosas. Fue como si mis guías de Reiki dijeran, ¿tú necesitas pruebas?, pues aquí va. Como a los 15 minutos de estar poniendo mis manos en mi cuerpo en las posiciones de Reiki, comencé a sentir una energía poderosa que iba en círculo desde mi cabeza a los pies y subía de los pies a la cabeza. Ni antes ni después he sentido la energía así de fuerte, pero eso me convenció de que algo estaba pasando. Desde ahí en adelante, comencé a darme tratamientos de Reiki.
En los próximos blogs, les seguiré contando mi experiencia y cómo fui iniciándome en los otros niveles hasta llegar al nivel de maestría.